Mario es estudiante de Medicina y va a clase con camisas de Lacoste por las que pagó 14 euros. Sandra y Carlos, ambos ingenieros en paro, se han gastado 17 euros en dos cazadoras, dos jerseys y dos gorros. De esta manera , eliminamos los márgenes de beneficio de los intermediarios y tenemos la posibilidad de sugerir costos más bajos que las tiendas tradicionales. Además, las camisetas de fútbol tienen una vida servible limitada, especialmente si se usan con frecuencia durante los partidos o en el todo el tiempo.