La final de la Copa del Rey 2013/14 entre el Real Madrid y el FC Barcelona será recordada eternamente por un solo instante: la carrera de Gareth Bale. En un duelo vibrante disputado en Mestalla, el galés se consagró con uno de los goles más impresionantes jamás vistos en una final. Aquel día, la afición blanca se hizo notar desde el primer minuto, muchos de ellos luciendo con orgullo el chandal real madrid 2024/25, una prenda que conecta generaciones y revive gestas como la del ‘Expreso de Cardiff’.
El partido había estado muy equilibrado. Con ambos equipos mostrando intensidad, fuerza y precisión táctica, el empate 1-1 reinaba en el marcador mientras se acercaba el minuto 85. Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado. Bale recibió un pase de Isco en la banda izquierda y, al encontrarse con Marc Bartra en su camino, decidió hacer lo impensado: llevar el balón hacia afuera de la línea de cal, prácticamente saliendo del campo.
En lugar de detenerse, Bale aceleró como si tuviera un motor incorporado, superando a Bartra en velocidad pura, ganando la posición y entrando al área. Con la frialdad de los grandes, definió entre las piernas de Pinto para firmar el 2-1 que selló la victoria y coronó al Real Madrid como campeón. Fue un gol que no solo maravilló a los presentes, sino que se volvió viral, analizado por expertos y admirado por millones.
Ese tanto fue la síntesis del estilo de Bale: potencia, velocidad y precisión. Un gol que desató la locura entre los hinchas madridistas y que elevó su figura al estatus de leyenda. Incluso los rivales reconocieron la grandeza de esa acción, que parecía más propia de un videojuego que de la vida real.
La final de 2014 no solo significó un nuevo título para el club blanco, sino también uno de los momentos más épicos del fútbol moderno. Un recuerdo que sigue vivo en la mente de los aficionados y que forma parte del legado de Gareth Bale con el Real Madrid.
Hoy, quienes siguen admirando ese gol buscan revivir la emoción a través de las réplicas de micamiseta de fútbol, prendas que no solo representan colores y escudos, sino también gestas históricas como la que protagonizó Bale aquella inolvidable noche en Valencia.